Este poderoso tratamiento tiene como objetivo brindar de una manera eficiente los nutrientes necesarios para que el propio organismo recupere su capacidad innata de sanarse.
La terapia intravenosa consiste en infundir altas concentraciones; según la necesidad de cada paciente, de vitaminas, oligoelementos, antioxidantes y aminoácidos esenciales directamente en el torrente sanguíneo, donde ocurre una absorción máxima (hasta un 90% más que por la vía oral), y más rápida.
Con el fin, de que un organismo que fue golpeado por quimioterapia, radioterapia y/o inmunoterapia, logre afrontar eficazmente los efectos adversos presentes o a su vez minimizar el impacto negativo de estos efectos.
Una de las terapias fundamentales que administramos en Frónesis, es las altas concentraciones de ácido ascórbico intravenoso (Vitamina C), con el fin de que sea un tratamiento adyuvante para tratar enfermedades a largo plazo donde se encuentran las oncológicas; además de las autoinmunes, degenerativas, inflamatorias, entre otras.
Con el objetivo de no solo abordar los síntomas de la enfermedad, si no de promover una recuperación y regeneración a nivel celular, lo cual logre el equilibrio de la función del organismo y devuelva el bienestar a nuestros pacientes.
El ácido ascórbico intravenoso es una terapia complementaria a la atención oncológica, por lo que los pacientes pueden continuar con sus terapias convencionales contra el cáncer: cirugía, quimioterapia, radioterapia y/o inmunoterapia.
Existe evidencia que cuando los pacientes con cáncer reciben altas dosis de esta vitamina, reportan una reducción en su nivel de dolor y pueden tolerar mejor la quimioterapia.
“El uso intravenoso de la vitamina C es la única forma de lograr concentraciones plasmáticas lo suficientemente altas como para demostrar un beneficio clínico para los pacientes con cáncer”.
Otros estudios clínicos sugieren que el uso en altas concentraciones de vitamina C tiene una actividad antitumoral potencialmente importante en su uso adyuvante en el tratamiento del cáncer, pero no se considera una terapia “independiente”. Es un componente en la atención integral multifacética del manejo del cáncer.
¿Porque usar altas dosis de vitamina C en pacientes con cáncer?
- A los pacientes con cáncer que han pasado por cirugía, quimioterapia y/o radioterapia, a menudo se les agota las concentraciones de ácido ascórbico intra y extracelular, por lo que administrarla de manera intravenosa proporciona un medio eficaz para restaurar las reservas en los tejidos.
- Mejora la quimiosensibilidad de las células cancerosas y reduce la toxicidad relacionada con la quimioterapia; así como también, reduce la intensidad de la fatiga post tratamiento oncológico.
- Reduce la inflamación (medida por los niveles de proteína C reactiva) y también reduce la producción de citoquinas proinflamatorias.
- En altas concentraciones, el ascorbato es preferentemente tóxico para las células tumorales, pero no para las células normales y es un inhibidor de la formación de vasos sanguíneos que alimentan al tumor.
Aunque la investigación farmacéutica continúa aportando agentes quimioterapéuticos efectivos al mercado, un factor limitante es a menudo la toxicidad de estas sustancias en los órganos sanos y el agotamiento de diversos antioxidantes y nutrientes a nivel celular, lo que conduce al estrés oxidativo en el tejido sano.
Cuando los productos del estrés oxidativo no se neutralizan lo suficiente, las células sanas corren el riesgo de sufrir daños tanto en la mitocondria como en el ADN. Por lo tanto, es imperativo proteger los tejidos sanos de los efectos negativos del tratamiento radioquimioterapéutico.
Es por ello que en Frónesis también ofrecemos una amplia diversidad de terapias intravenosas como: Ácido Alfa Lipóico, Glutatión, minerales y aminoácidos, que están enfocadas en mitigar y reparar el impacto de estos efectos adversos, que se caracterizan según el órgano o tejido que afecten con los siguientes síntomas:
- Cansancio – Fatiga
- Caída del cabello
- Problemas en los músculos y nervios como entumecimiento, hormigueo y dolor (neuropatía)
- Anemia
- Náuseas y/o Vómitos
- Cambios Digestivos (estreñimiento y/o diarrea)
- Cambios en el peso
- Cambios en el estado de ánimo
- Cambios en la piel (resequedad) y las uñas (cambio de color y textura)
- Falta de apetito
- Aparición de llagas o úlceras en boca, lengua, garganta
El uso de estos nutrientes también ha demostrado que protegen el sistema neurológico y cardíaco, sistemas que son altamente afectados por algunas clases de quimioterapias. Nuevamente, todo esto hace ideal la administración de terapias intravenosas después de la quimioterapia y radiación para ayudar a crear energía en las células sanas sin alimentar las células cancerosas.
El proceso es seguro, efectivo y conveniente. La administración de estos nutrientes puede durar entre 40 minutos hasta 2 horas, dependiendo del protocolo personalizado diseñado por nuestros expertos clínicos.
Referencias Científicas
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